Rodrigo Ordóñez Sosa

La Revolución Mexicana y el Siglo XXI

En la Revolución Mexicana hubo varias ópticas, fases y narrativas en cada estado y ciudad, las cuales la historiografía nacional trató de integrarlas en un solo relato que justificará el derramamiento de sangre y el discurso de una victoria contundente sobre el régimen de Porfirio Díaz, sin embargo, cada una de las zonas vivió de manera diferente este proceso, que concluyó en el área del centro del país, quedando en pie las disputas regionales y el zapatismo como insurrectos debido a que consideraban que las reformas sociales, el cambio en las instituciones locales y el reparto agrario quedaron fuera del Convenio de Ciudad Juárez firmado el 21 de mayo de 1911.

En el mito nacional impulsado por los continuadores de la Revolución Mexicana se arraigó la idea que, tras la derrota de Porfirio Díaz, Francisco I. Madero ocupó la silla presidencial, omitiendo que gobierno interino de Francisco León de la Barra, ex secretario de Relaciones Exteriores, que tuvo la difícil labor de conciliar los intereses de las clases dominantes. La llegada de los revolucionarios al poder era inédita porque el ejército federal estaba intacto y las arcas del país estaban sanas y los insurgentes no habían ocupado ciudades de gran importancia, sin embargo, el retiro del apoyo de Estados Unidos y su amenaza velada de una intervención y la opinión popular adversa al porfirismo, obligó a Díaz a capitular así como proponer un gabinete acorde a la situación.

En la conformación del Gabinete del Gobierno Federal se colocaron figuras, previo consenso entre ambos grupos, que apaciguaran a los enemigos del grupo revolucionario, como Bernardo Reyes, sin embargo, creó un sistema donde León de la Barra y Francisco Madero actuaban como dos poderes independientes que atendían a sus respectivos grupos, donde los colaboradores más cercanos de Madero actuaban como ministros sin cartera, convirtiendo la escena nacional en una revuelta política, desatendiendo los sectores populares que le dieron la victoria a los insurgentes, ocasionando que León de la Barra se enfrente a Madero, olvidándose de mejorar la calidad de vida de campesinos y obreros, porque estaban enfrascados en mantener los privilegios de sus respectivas élites, creando las condiciones para la caía de Madero cuando asumió el poder.

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